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miércoles, 28 de julio de 2010

"SARA,¡ DONDE LA DISTES LA TOMAS¡"......

A Jorge Luis BORGES



La composición de la mansión a orillas del rio Tiber era maravillosa.La planta baja estaba compuesta por tres salones,una amplia biblioteca donde Eliot pasaba las tardes en perfecta armonía con el entorno.La cocina era al estilo campero con un gran ventanal que asomaba al frondoso jardín.
Los cuartos de baño que en esta planta eran dos.Son fastuosos por su trabajo en azulejo,mármol y oro.Los había elegido muy especialmente para su confección.
Qué decir de esa estupenda escalera de setenta y dos enormes peldaños,cada cual con una simbología y color determinado.Que iba enroscándose cual serpiente "pitón",asomándose a la segunda planta donde se distribuían: los sietes magníficos dormitorios (dada cual con un estilo peculiar),tres cuartos de baño, y dos vestidores con armarios empotrados de madera de haya.Circundados por enormes espejos a tamaño natural.
Arriba la buhardilla era el salón de juego con su billar,ajedrez,bolera,etc.....

Eliot "el maniático"que así le llamaban en la ciudad de Roma.Había amasado una gran fortuna como primer ministro de la corte suprema,parte de la cual utilizó para edificar su gran morada.
Allí iba a pasar sus últimos años,como siempre lo hubo pensado.

Aficionado a las letras desde niño.Pasaba largas horas en la biblioteca hexagonal,donde dormían innumerables ejemplares de los más variopintos estilos literarios.En cada arista del hexágono un estilo:poesía y prosa,relatos,ensayos,novelas,cuentos y misceláneas.
Maniático como pocos sólo podía ser visitada por su mayordomo de confianza,Pedro.Y nadie más. Su valor era incalculable,y la custodiaba a modo de tesoro egipcio.

En aquella estancia las mañanas eran cortas para Eliot entre sus continuas salidas y entradas hacia la ciudad.Pero las tardes parecían no tener final metido en la biblioteca.
Su mujer Sara era un pedazo de papel entre sus largas manos.Y siempre parecía estar a sus ordenes.Sumisa y prisionera allí ,tan sólo los paseos taciturnos por los jardines o las salidas esporádicas a algún acto protocolario,en contadas ocasiones,le daba algo de vida.........

La comunicación entre ambos se establecía mediante señales,sonidos y el mayordomo.El amor se esfumó cuando Eliot fue sorprendido en su cama de matrimonio con la limpiadora colombiana,que él contrató.
Él ,soberbio,inteligente y engreído.Ella ,sumisa,incapaz y soñadora.Ambos eran un auténtico puzzle a la deriva.Donde el río Tiber iba a ser testigo mudo de los acontecimientos acaecidos un veintisiete de Febrero de aquel año.

Sara,"otra cosa no",pero calculadora y fría "como ella sola".Llevaba meses tramando el mudo asesinato.¡No aguantaba más¡.
Y es que un 27 de Febrero fue el día en que lo nombraron primer ministro.Desde entonces cambió como un auténtico "calcetín".Propio de esos seres que cuando conquistan su patria se olvidan de todo y de todos.Y creen ser el ombligo del mundo.
Donde hubo amabilidad,había desprecio.Donde existió desprendimiento, existía "tacañería".Y donde se vivió en hermandad,se vivía en lejanía.
De hecho sus dos hijos,Sarita y Eliot junior huyeron despavoridos al año de su fatal nombramiento.

Los acontecimientos que a continuación les voy a narrar, quedaron en la memoria de todo el pueblo romano.Y un humilde escritor lo imprimió en un pequeño boceto para que cualquier persona pueda seguirlo el alguna biblioteca.

Fue aquel día "D" Febrero,la ciudad estaba nevada pareciendo una postal navideña,cuando Sara diluyó algún veneno "de los de toda la vida" en el té, que él disfrutaba en las tardes literarias.Lo hizo cuando el mayordomo lo dejaba reposar y salía éste al jardín a fumar un poco de pipa.
Sigilosa se deslizó del comedor contiguo hacia la cocina.Entonces vertió desde sus manos el veneno mientras una mezcla de liberación y de miedo,erizaban sus vellos y aumentaba el pulso.Así salió disparada al baño de arriba .Allí inconsciente , acalorada y sudorosa ,bebió de entre sus manos un poco de agua, mientras pasaba al cuarto para quedar a la espera.......
No pasó ni media hora cuando el grito de Pedro la espabiló.Este subió "a galope "las escaleras de dos en dos,y cuando llegó al cuarto quedó estupefacto al encontrar también el cuerpo de Sara sin vida,yacente en el suelo.
Así fueron los acontecimientos de aquel fatídico día en la mansión.Y de como Sara por culpa entre otras cosas ,de los nervios, había bebido agua con las manos que utilizara para diluir el veneno.

JAS

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