Te recuerdo siempre fina,suave.
Una caricia un soplo de tu boca
que al rozarme me vuelve mínimo,sencillo.
Eres una cura
por eso siempre a ti acudo, armonía.
En ti la noche tiene largas manos
y pescas sueños angelicales,
te alimentas de ellos
del silencio.
Todo es fácil.
Vives en la lógica
en el sentido común.
Por eso a tí acuden
sabios y doctos.
Para conocer.
En el día los rayos
te atraviesan
dando calor y brillo
a todo el ambiente.
Ya no hay desidia o vulgaridad
refrescas a las gentes...
La paloma vuela mejor
los niños juegan,se divierten
nadie se haya solo
arrasas la pena y el odio.
Ahora la armonía
campa a sus anchas.
Y visitas a los enamorados
a los trabajadores
a las familias
a los bosques y mares.
Alberto Pequeño
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